Su filosofía de vida, basada en el amor al prójimo y la creencia en el poder transformador de la educación, ha tocado muchas vidas y ha marcado la diferencia participando en diversos e innovadores proyectos.

Socorrito Lagos no sólo es conocida por su admirable obra filantrópica, sino también por su habilidad para forjar relaciones sólidas. Su círculo de amigos leales es un testimonio del impacto positivo que ha tenido en la vida de quienes la rodean. Además, su poder de convocatoria es extraordinario, movilizando relaciones para su causa y otras muchas.

Es importante destacar que el legado de Socorrito no se limita a su propia labor. Su esposo, Eugenio Minvielle, y su única hija, Gloria, han continuado con dedicación absoluta la obra que ella comenzó. La unión inquebrantable entre Eugenio y Socorrito ha sido un ejemplo de colaboración y amor compartido, fundamentando la solidez de la organización.

Hoy en día, Gloria ha asumido con amor y con pasión la responsabilidad de dar seguimiento a la obra social de su madre. La transición generacional ha sido fluida y muy bien aceptada.

En resumen, Socorrito Lagos es más que una líder filantrópica; es una inspiración viva de cómo la inteligencia, la generosidad y el compromiso pueden marcar la diferencia en el mundo y en su muy amado México.